The Continuing Story of Bungalow Bill

2 comentarios


Yo no quiero sonar amargo, frío o cruel.
Pero lo soy y así es como sale.
-Bill Hicks


No es difícil amar este tipo de personas si te corre sangre por las venas. Se arriesgan, observan, piensan, putean, sacuden, despiertan… es catártico y revelador por donde se lo mire. Bill Hicks logra esto y mucho más.

Yo creo firmemente que la risa viene del reconocimiento de una verdad. Es por eso que, más allá de verlo como un comediante, creo que Hicks es un comentador social. El tipo tenía el dedo en el pulso del país, su gente, las idiosincrasias, las falencias… y con la mejor arma, el humor, prendía un faro que encandilaba.

Es claro que en el fondo nos reímos también de nuestras falencias como individuos o como sociedad. De nuestra identificación viene la empatía humorística. Creo que en rigor de verdad, la risa está mucho más cerca del llanto, lamento o reproche de lo que pensamos. Optar por una o por otra es un filtro personal, el contexto del momento o más bien una cuestión de actitud, que no nos deshumaniza sino que nos ayuda a lidiar con lo que tenemos enfrente, sin dejar de ver el verdadero peso de las cosas. Bill Hicks tomó esto y lo llevó a 260 kilómetros por hora contra nuestro paredón mental.

El tipo era un punk en el sentido más puro y glorioso de la palabra. Había una carga de adrenalina y vértigo que resolvía en un golpe frontal absoluto en su comedia. Tenía malicia adictiva, acidez que empalagaba y una velocidad retórica que cualquier político envidiaría. La analogía musical no es un accidente. Ya lo decía Hicks: “No hay diferencia entre la buena música y la buena comedia... es entretenimiento. Y el entretenimiento es la suspensión del tiempo y el espacio para que te des cuenta cuál es tu verdadera naturaleza, que es atemporal e infinita.”

Algo que siempre lo destacó fue su transparencia visceral, no sólo yendo al choque sino exponiendo sus propias miserias, adicciones y excesos. Desde esa posición de absoluta vulnerabilidad armaba su arsenal y arremetía con pasión contra el Papa, los moralistas, el gobierno, lo políticamente correcto, la mediocridad, los vendidos, el “american way of life” y millones de etcéteras… y lo verdaderamente genial de todo esto es que no lo hacía porque quedaba gracioso y lo hacía ver como un canchero, sino que realmente creía en eso. Hicks jamás esquivó temas candentes como el aborto, las drogas y la religión. Su comedia era obra de fe, testarudez y principios (a veces polémicos) que condenan tanto como liberan, pero que fuerzan a razonar y a ver las cosas con otra óptica.

La risa es el fenómeno humano más fascinante, desde lo físico, psíquico y sociológico. A mi me encanta reírme, casi de todo. Admito que tengo alguna fascinación extraña por el humor ácido. Ese tipo en particular se nutre de las oposiciones, los choques, los contrapuestos… de llevarse por delante el tabú, de bailar con la incomodidad, de dejar de lado por un rato la formalidad y rectitud, los reproches sociales y toda esa caca que reprimimos diariamente. Es reírse del surrealismo que hay en la "realidad". Hay algo catártico ahí. La risa sale, no se piensa. Si a uno le brota, que la deje correr.



oooooo


En sus palabras

La semana pasada estaba en Nashville, Tennessee. Después del show fui a una tienda de waffles. No es que eso me ponga orgulloso, pero estaba hambriento. Estoy sentado ahí comiendo y leyendo un libro, ¿no? Estoy solo, no conozco a nadie. Bien. ¿No? La moza se acerca… “¿Para qué estás leyendo?” Yo digo “Wow, nunca me preguntaron eso. Por Dios, me dejaste estupefacto!” No QUÉ estoy leyendo, sino PARA QUÉ estoy leyendo. Bueno, supongo que leo por muchas razones, pero una de las principales es para no terminar siendo una puta moza en una tienda de waffles. Sí, ese motivo debe estar arriba en mi lista. Entonces un camionero de la mesa de al lado se levanta y dice “bueeeeeno, parece que tenemos aquí a un lector”. ¿Qué carajo está pasando acá? Es como si hubiera entrado a una reunión del Ku-Klux-Klan vestido como Boy George…

***

Personalmente no creo en quemar la bandera. Es una creencia personal, pero les voy a decir algo: creo que la gente está sobre-reaccionando, al menos un poquito. “Amigo, mi papá murió por esa bandera” Bueno, yo compré la mía, ¿qué le vamos a hacer? Mirá las venden en el K-Mart por tres mangos, entrás, salís, bandera nueva, no hay necesidad de violencia. “Amigo, mi papá murió en la guerra de Corea por esa bandera”. Qué coincidencia… ¡mi bandera fue hecha en Corea!

***

Yo adoro al Papa, me encanta verlo en su Papa-movil con un vidrio a prueba de balas de un metro de ancho. ¡Eso es la fe en acción amigos! Uno sabe que él tiene a Dios de su lado.

***

No me importa en qué crees, pero hay que admitir que las creencias son extrañas, ¿entienden lo que quiero decir? Tienen que admitirlo… Muchos cristianos usan cruces en el cuello. ¡Uno creería que cuando Jesús vuelva lo último que va a querer ver es una puta cruz! “¡Mierda, siguen con las cruces! ¡No entendieron nada!”, jajaja. Es como ir a ver a Jackie Onassis con un prendedor en forma de rifle, ¿no les parece?

***

¿Por qué será que la gente cuando pira siempre se cree Jesús? ¿Por qué no Buda? Particularmente aquí en Estados Unidos, donde la gente se parece más a Buda que a Jesús.

***

¿Alguna vez se dieron cuenta de que la gente que cree en el Creacionismo parece realmente poco evolucionada? Ojos pegados uno con los otros, cejijuntos, grandes manos y pies peludos… “Yo creo que Dios me creó en un día” Sí, claro, y parece que estaba realmente apurado…
***
Creo que vivimos en el universo de lo opesto donde la genialidad es asesinada y la mediocridad sobrevive. ¿Siempre parece así, no? John Lennon, asesinado. John Kennedy, asesinado. Robert Kennedy, asesinado. Martin Luther King, asesinado. Gandhi, asesinado. Jesus, asesinado. Reagan, baleado, apuñalado, cancer... y el hijo de puta sigue caminando.

***

(A una persona del público) ¿Cuántos cigarrillos fumás? ¿Dos paquetes por día...? ¿Por qué no te calzas un vestido y te ponés a barrer, maricón? Yo voy por dos encendedores diarios...

***

La gente dice las cosas más pelotudas a veces, “Loco, si dejás de fumar vas a recuperar tu sentido del olfato”. Yo vivo en Nueva York y te tengo noticias: no quiero mi sentido del olfato de vuelta. (Olfatea) ¿Es eso orina? (Olfatea) ¡Creo que puedo oler a un tipo muerto! ¡Mirá nena, un tipo muerto! ¡Fijate, está cubierto de orina! Alguien lo acaba de mear encima, está fresco. Te das cuenta, ¡si hubiera seguido fumando nunca lo hubiera encontrado! Un muerto cubierto en orina, ¿quién lo hubiera dicho? ¡Gracias a Dios que dejé de fumar, ahora puedo disfrutar las maravillas de Nueva York!

***

Soy Bill Hicks y estoy muerto porque fumaba cigarrillos. Los cigarrillos no me mataron. Una barra de no-fumadores me cagó a patadas un día. Traté de correr, ellos tenían más energía que yo. Traté de esconderme, me escucharon tratando de recuperar el aliento. Muchos de ellos me olfatearon. (Olfatea) “¡Ahí está, agárrenlo!” (patada) “Oh, apenas se mueve, ¡esto es patético!” (patada) “Miren, aún trata de zafar, es como una cucaracha, ¡písenlo!” (patada) “¡aplástenlo!” “Vamos a matarlo y a mear sobre él. ¡Sí!”

***

Les digo que yo vivo en Nueva York ahora y la guerra de las drogas está en un alto al fuego allí… quiero decir, es increíble. Venden drogas a los gritos por la calle. “¡Heroína, heroína!” “¡Cocaína, cocaína!” “¡Porro, porro!” “¡Heroína, heroína”! Esos tipos me rompen las pelotas. Voy caminando por la calle y adelante mío va otro tipo, pasa por al lado de uno de esos dealers, él lo mira y le dice, “¡Heroína, heroína, heroína!”. Paso yo y él dice, “¡Pegamento!”… Yo puedo pagar heroína, la concha de tu madre. Voy a lavar la ropa ahora. ¡Apenas saque mi camisa de la máquina, voy a volver y voy a comprarte un poco! Quiero decir, el tipo me avergonzó, yo estaba mortificado. ¡¿Pegamento?! La concha de tu madre. ¿Dónde hay un cajero automático? ¡Venga para acá! ¡Venga para acá, señor dealer, venga para acá! ¡Te voy a mostrar mi cuenta! ¡Y después le voy a comprar heroína a ese pequeño niño de enfrente! ¡Andá a cagar!

***

Ellos mienten sobre la marihuana. Te dicen que fumar porro te desmotiva. ¡Mentira! Cuando estás de la cabeza podés hacer cualquier cosa que hacés normalmente e igual de bien. Lo que pasa es que te das cuenta de que no vale la pena el puto esfuerzo. Hay una diferencia.

***

Ustedes están en un partido o en un concierto… si alguien está realmente violento, agresivo y ofensivo ¿está borracho o fumando porro? Borracho. Nunca vi que gente que estuviera de la cabeza se pusiera violenta porque… es IMPOSIBLE. “¿Qué te pasa?” “¿Cómo, cómo…” “Uhhh…” Fin de la discusión. ¿Y si tenés un accidente de auto y estuviste fumando porro? Estabas yendo sólo a 12 kilómetros por hora… Crashh “Mierda, chocamos con algo” “Loco, te olvidaste de abrir la puerta del garage…”

***

Este es mi pensamiento final. Sobre las drogas, sobre el alcohol, pornografía o lo que sea. ¿Qué tiene que ver con ustedes lo que yo haga, lea, compre, mire o me meta en el cuerpo mientras no cause daño a otro ser humano en este planeta? Y para los de ustedes que tengan algún pequeño problema moral en sus cabezas sobre cómo responder esa pregunta, la responderé por ustedes: NO TIENE UN CARAJO QUE VER. Lleven eso al banco, métanlo en su cuenta y tómense unas putas vacaciones afuera de mi vida.

***

Si hacés un comercial estás afuera de cualquier círculo artístico, todo lo que digas es sospechoso; sos una puta corporativa y uh… fin de la historia.Hablando de eso, si alguno de los presentes trabaja en publicidad o marketing, mátense. Gracias, gracias. Es una pequeña idea. Estoy tratando de plantar semillas. Tal vez algún día echen raíces, yo qué se. Traten. Se hace lo que se puede. Mátense. En serio, si están en eso, háganlo. No, en serio, no hay racionalización para lo que hacen y ustedes son los pequeños ayudantes de Satanás. ¿Puede ser? Mátense, en serio, no, no es un chiste. “Debe venir un chiste ahora…” No hay ningún puto chiste. Ustedes son engendros de Satanás, llenando el mundo de bilis y basura. Ustedes están recontra-cojidos y nos están cogiendo, mátense, es la única forma en la que pueden salvar sus putas almas. Mátense. Yo sé lo que están pensando ahora todos los que están en marketing: “Oh, sabés lo que Bill está haciendo? Está buscando el dólar anti-marketing. Es un buen mercado. Él es muy vivo”. Locos, no, no estoy haciendo eso, putas basuras malignas…

***

Si escuchan uno de los discos de New Kids on the Block al revés, suena mejor. “Dale Bill, son los New Kids, no te burles de ellos, son tan buenos, tan prolijos y son una buena imagen para los niños”. A la mierda con todo eso. ¿Desde cuando la mediocridad y la banalidad son una buena imagen para tus niños? Yo quiero que mis niños escuchen a gente que rockaba como la puta madre. No me importa si se murieron en charcos de su propio vómito. Quiero a alguien que toca con el puto corazón. “Mami, mami, el hombre que Bill me dijo que escuchara tiene una burbuja de sangre en la nariz!” ¡Callate y escuchalo tocar! ¡Los New Kids…! “Hola somos los New Kids y somos tan buenos y tan prolijos!” (sonido de succión) “Somos tan prolijos!” Seig Heil! Seig Heil! Heil! Heil! (más sonidos de succión) ¡A la mierda con eso! ¡Yo quiero ver a mis estrellas de MUERTAS! ¡Yo quiero que toquen del carajo con una mano y que en la otra tengan un revólver y digan “Espero que les guste el show”! (tremendo disparo) ¡Si! ¡Si! ¡Toquen con el puto corazón!
...Hablando de eso, estoy disponible para fiestas infantiles.

***

Si ustedes no creen que las drogas han hecho cosas buenas por nosotros, entonces vayan a sus casas y quemen todos sus discos, todos sus casetes y todos sus CDs porque ¿saben cómo estaban todos y cada uno de esos artistas que hicieron música brillante y enriquecieron nuestras vidas? Recontra colocados de drogas. Los Beatles estaban tan drogados que hasta dejaron que Ringo cantara algunas canciones…

***

No, de cualquier forma yo ya no tomo drogas. Pero les voy a decir algo sobre las drogas. Yo solía tomar drogas, pero les voy a decir algo honestamente sobre las ellas, honestamente… y sé que no es una idea muy popular, uno no la escucha muy seguido, pero es la verdad: la pasé bárbaro tomando drogas. ¿Qué le voy a hacer? Nunca maté a nadie, nunca robé a nadie, nunca violé a nadie, nunca perdí un trabajo, un auto, una casa una esposa o hijos, me cagué de la risa y seguí en lo mío. Perdón. Ahora, ¿dónde está mi anuncio? ¿Por qué no me dan un anuncio? ¿Por qué le dan siempre el anuncio al otro tipo? “Perdí mi trabajo, luego mi mujer, luego mis hijos. No tomen drogas” Bueno, ¡¡¡definitivamente no voy a tomar drogas CON VOS, la concha de tu madre!!! Loco, qué mal viaje, qué bajón, ¡¡¡sáquenlo de acá!!

***

“Estamos perdiendo la guerra con las drogas” ¿Entienden lo que eso implica? Se está combatiendo una guerra y la gente con drogas la está ganando. ¿Qué es lo que eso les dice sobre las drogas? Que debe haber gente muy viva y creativa de ese lado: están ganando una guerra, ¡y están recontra drogados!

***

Siempre es la misma historia sobre el LSD en las noticias. “Joven bajo el efecto del ácido piensa que puede volar. Salta de un edificio.” Qué tragedia. Es un idiota, está muerto, ¡Bárbaro! Un pelotudo menos en el mundo. Guau, qué puta tragedia. Supongo que va a haber un auto menos mañana en el tráfico. ¿Qué les parecería una historia positiva sobre el LSD? Eso sí que sería un notición, ¿no les parece? ¿A alguno se le ocurrió? ¿Escuchar una historia positiva sobre el LSD al menos una vez…? “HOY UN JOVEN TOMÓ ÁCIDO, SE DIO CUENTA DE QUE TODA LA MATERIA ES MERAMENTE ENERGÍA CONDENSADA A UNA BAJA VIBRACIÓN. QUE TODOS SOMOS UNA CONCIENCIA EXPERIMENTANDO SU PROPIA SUBJETIVIDAD. QUE NO HAY ALGO LLAMADO MUERTE. QUE LA VIDA ES SÓLO UN SUEÑO. Y QUE SOMOS LA IMAGINACIÓN DE NOSOSTROS MISMOS. Y ahora vamos con Tom y el pronóstico del tiempo…”

***

El mundo es como una vuelta en un parque de diversiones. Y cuando decidís darla vos pensás que es real porque así de poderosas son nuestras mentes. Y la vuelta va para arriba y abajo y da giros y giros. Tiene emociones y sustos y colores muy brillantes y es muy ruidosa y es divertida, por un rato. Algunos han estado en esa vuelta por un largo tiempo y empiezan a preguntarse: “¿Es esto real, o es sólo una vuelta en un parque de diversiones?” Y otras personas han recordado, y ellas vuelven con nosotros, y dicen, “Ey, no te preocupes, no te asustes, nunca, porque sólo es una vuelta, un paseo”. Y nosotros matamos a esas personas.

***

Estoy muy cansado, muy cansado de viajar, muy cansado de hacer comedia y muy cansado de mirar sus caras inexpresivas mirándome, deseando que yo llene sus vidas vacías con un humor que ustedes jamás podrían pensar por sí mismos. Buenas noches.



Abandoná

0 comentarios
Abandoná tu carga
fijate, todo está apoyado sobre el suelo
y hacé el lugar que haga falta
en vez de armarte una valija de viajero
para llevar lo que vale menos que su peso

así las cosas fueron hechas para ser tenidas
hechas para ser dejadas

no hay que perder la calma
si empantanados en la suerte nos encuentra
la soledad es un ancla
tan hondo se ha clavado a dormir en el lecho
no hay que olvidar
que no hay forma de vivir sin amar

así las cosas fueron hechas para ser tenidas
hechas para ser dejadas

-Flopa

PEZ en San Isidro - 16/05/09

0 comentarios

Oasis en Buenos Aires – Vol. IV

2 comentarios
Tres cosas de un recital de estadio que me dan por las pelotas y me hacen sentir un viejo choto a los 25 años:

1. Los que miran por su pantallita de celular en lugar de VER y VIVIR el show

2. Los que empujan por deporte y con malicia

3. El coro de niños especiales que parece seguirte a todos lados, insistiendo en gritar a todo pulmón cada estribillo… ni siquiera acertando fonéticamente lo que debería sonar.

Pronto ampliaré algo del show.

Oasis: un camino largo y sinuoso

0 comentarios
Dada la inminente visita de esta gran banda inglesa, me parece meritorio contextualizar su naturaleza actual haciendo un repaso discográfico, contextualizando y refiriendo a su último trabajo, Dig out your soul.
***

Es innegable que Oasis es una banda que ha sabido reinar en los 90s conjugando el linaje rockero británica con himnos generacionales y altas dosis de arrogancia…muchas veces justificada.

Con Definitely Maybe (1994) y (What’s the Story) Morning Glory? (1995) ya se habían ganado el olimpo. Lograron una revitalización del rock inglés que, en ese momento, estaba perdiendo protagonismo ante la oferta de Estados Unidos y su caballito de batalla de los tempranos 90s: el grunge. Ciertamente, en aquellos primeros años el faro alumbraba hacia América, pero la banda de los hermanos Gallagher fue una punta de lanza clave para una especie de "nueva invasión británica", de donde emergieron pujantes nuevas agrupaciones y se consolidaron otras que ya tenían un par de años de ruedo. Las mareas humanas que colmaban estadio tras estadio, los críticos que -aunque sea a regañadientes- tenían que admitir su enorme peso y aporte fundamental en la escena, y el visto bueno de la realeza rockera como Paul Weller y Pete Townshend, daban fe de que estaban frente a un fenómeno único, Un momentum irrepetible. Una vorágine que trascendía las fronteras de la música para hincar los dientes sobre el pulso de la juventud inglesa de aquellos años.

Para muchas grandes bandas, el tercer disco es el eterno escollo. El primero suele ser el que los pone en boca de todos: la gran promesa. El segundo sale con el impulso y la adrenalina del momento, y los termina de consolidar y catapultar. Ya en la cima de la ola llega la hora del tercero, aquel que supuestamente viene a defender la corona, a “justificar”. Qué palabra horrible. Ese tercer disco, Be Here Now (1998) sufrió los embates de aquellos que buscaban más de lo mismo, pero distinto. Algo igual pero mejor. Ciertamente no imaginaban canciones densas, droguetas, épicas, ególatras y con infinitos entramados de guitarras eléctricas embebidas en distorsión que reverberaban frenéticamente a lo largo de los 72 minutos de la obra, anulando cada silencio y sin dar la más mínima tregua.

Por suerte, me cago en esa gente. El álbum es genial, justamente por todas las cosas que le critican. Es el clásico caso del disco que es atacado por la prensa y los oyentes casuales, pero que late con fuerza en cada fanático. Más allá de los juicios de valor, el disco era una fiel postal de lo que luego se vería en la subsiguiente gira mundial: exceso de excesos. En teoría no hay problema con eso, hasta que se vuelve una carga que actúa en detrimento de la obra. Con el tiempo, los químicos y las internas estaban erosionando los pilares fundamentales de la banda. Era hora de dar un salto, pero no parecían saber a dónde.

A fines de 1998 editan The Masterplan, una especie de grandes éxitos de lados B que la mayoría de las bandas morirían por tener como lados A. El disco no sólo ayuda a sacarle presión a la banda de editar material nuevo sino que evidencia el espíritu prolífico, la calidad compositiva y una enorme afinidad para el hit de Noel Gallagher.

De alguna manera, Standing On The Shoulder of Giants (2000) es la semilla del cambio. Sin perder la impronta del rock estridente y clásico británico, emergen texturas como fruto de la experimentación abierta. Psicodelia, loops, guitarras invertidas y demás recursos lisérgicos muestran una búsqueda por sobre el “Oasis clásico” y sus lugares comunes. Así nacen temas como “Gas Panic” o “Roll It Over”, donde el sonido gana una tercera dimensión y muestra a una banda que busca cambiar de piel, expandirse, evolucionar. Si bien había temas con sabor a relleno, también estaban aquellos que daban esperanza de nuevos y ricos horizontes que hacían creer que, con un poco de paciencia, pronto se elevarían a un nuevo plano musical y compositivo. Estaban frágiles por la pérdida de dos miembros fundadores, Paul "Bonehead" Arthurs y Paul McGuigan, pero la llegada de Gem Archer y Andy Bell ayudó a solidificar este nuevo aire.

Desafortunadamente, por obra y arte de las bajas ventas, la crítica impaciente y los fanáticos fundamentalistas, la banda sufrió un gran embate que hizo temblar su corona. En lugar de luchar por llegar a una síntesis de esa nueva luz, el miedo los llevó a replegar sus tropas. Sin duda, el próximo paso de los de Manchester sería hacia atrás. “Volver a las raíces” suele ser un eufemismo para “más de lo mismo” y eso es a lo que apuntaron con Heathen Chemistry (2002). Aquí, Oasis amplía la cantera compositiva que, hasta entonces, estaba exclusivamente en manos de Noel Gallagher. Con aportes compositivos de los otros miembros, el disco intenta en vano recapturar el espíritu rockero efervescente que tenían hacía casi una década, imitándose a sí mismos. Esto resultó en un álbum que suena forzado, sintácticamente correcto pero semánticamente vacío.

Con su próximo trabajo, Don’t Believe The Truth (2005), la banda comenzó a dejar de lado la obligación tácita de “ser Oasis” y simplemente dejaron que las cosas fluyan. Si bien faltaba afinar un poco la puntería, composiciones como “The Importance Of Being Idle”, “Part Of The Queue” o “Let There Be Love” (que, en rigor de verdad, es una versión más floja de un gran demo de la época de Standing In The…) llevaban a pensar que la cosa iba por buen camino.

Por un lado, no podían darse el lujo de seguir diluyendo el legado de la banda con discos que se quedaban en buenas intenciones. El tiempo apremiaba y las dudas surgían. ¿Era posible dar un próximo paso con la firmeza del talento, la seguridad de grandes composiciones y el riesgo de aquel que concientemente suelta amarras sin temor? ¿Podrían lograr el resultado sin calcar la fórmula? Dig Out Your Soul (2008) es una gran respuesta a todas esas interrogantes. Acá, de alguna manera, parece condensarse la intensidad de Be Here Now con la experimentación de Standing On The Shoulder Of Giants, pero con un resultado final que no remite ni le debe nada a la discografía que lo precedió.

Esta última placa entusiasma, no sólo porque parecen haber perdido, finalmente, el miedo de dejar de “ser Oasis”, sino que además sube un escalón, da un salto de fe. Se muestra como un verdadero punto de inflexión en lugar de una oda al piloto automático. Con una banda inspirada y ajustada, las canciones se adentran de lleno en caminos que antes apenas eran insinuados.

Sin duda, es un disco sazonado con especias lisérgicas, dando un tinte psicodélico y experimental muy al estilo beatle. Noel suele ser castigado con dureza (e injusticia) en estas comparaciones, pero acá hay una connotación positiva: es una derivación. Haciendo una analogía local, es como lo que pasa con Charly García y Fito Páez. Se puede ver claramente el árbol genealógico melódico que va de uno a otro, pero cada cual es grande por su propio mérito. Lo mismo se puede decir de Albert King y Stevie Ray Vaughan, de los Rolling Stones y los Black Crowes, y millones de etcéteras más. En cada caso se conjuga esa influencia para lograr algo propio… como un dialecto más en su lenguaje personal. Por supuesto que hay guiños a los cuatro de Liverpool, a los Kinks, a The Who, hasta a sus compadritos de The Verve, pero se siente como la honestidad de un tributo más que la picardía de un robo.

Para este trabajo, el mayor de los Gallagher vuelve a ceder hegemonía en la composición. Así nos encontramos con grandes aportes, como "To Be Where There's Life" de Gem Archer o la bellísima “I’m out of time” de Liam Gallagher. En cuanto a esta última, también tiene la particularidad de demostrar una notable evolución como escritor en el menor de los hermanos, especialmente cuando recordamos que su bautismo discográfico fue con la insípida “Little James”. Si bien las composiciones de Noel siguen siendo las más destacables, con un renacer compositivo para el aplauso y la fantasía de un disco solista, al abrir el juego autoral, cada miembro de la banda se ve forzado a llevar su talento al máximo, buscando un lugar para su mejor obra.

Viendo la carrera de la banda, es una pena que dos discos descartables se antepusieran a este trabajo pero, de alguna manera, parecía ser la única forma de llegar a este punto. Tenían que bajar, chocar contra sus limitaciones, dejar de pensar y permitir una decantación musical que rejuvenece sin hacer el ridículo, evoluciona sin perder identidad y apuesta sin saber sin la certeza de una victoria. Dig Out Your Soul abre puertas que llevan a caminos inciertos, pero caminos nuevos al fin. Ya no es más un paso al costado sino uno firme al frente. Ciertamente no es más de lo mismo. Por eso, es necesario dejar todo lo demás de lado e ir con la cabeza abierta, tal como hicieron el disco.

Pez en La Trastienda

3 comentarios
(A pedido del gran JLL voy a elaborar un poco más. Aclaro que esto es apenas una postal, un ápice de las millones de ideas y sentimientos brotan sin reparo de mi cabeza cada vez que estoy ahí...)



Ayer Pez presentó oficialmente su nuevo disco, El porvenir, con un show incandescente, bañado en estridencia rockera, testosterona adolescente y virtuosismo sapiencial.

Por suerte el flamante disco es un vehículo excelente para este tipo de descarga. Así como en el superlativo tercer disco (Pez, de 1998), en apenas media hora sin pausa alguna, el álbum logra combinar la poesía existencialista y clásicas aguafuertes porteñas con la vorágine punk y la rispidez del mejor rock pesado, todo esto envuelto en un subyacente espíritu mod en un viaje de anfetas.

Por (breves) momentos, el disco suena “apurado”, con temas a medio cocinar que, si bien sientan perfectamente en grupo, individualmente tal vez no logran el mismo efecto… todo esto para los altísimos estándares de Pez, por supuesto. Ciertamente siembra la duda de qué sería de El porvenir de haber tenido un tiempo de mayor decantación y/o elaboración. Si bien es un trabajo que, a nivel compositivo, tal vez no tiene la dimensión ni la complejidad de sus antecesores, cumple al pie de la letra la que parece ser su premisa: la canción es un vehículo para la emoción y no al revés. Acá reinan el choque, el impacto y el instante fugaz… ideas que se potencian exponencialmente en vivo.

En La Trastienda, al igual que en El Teatro de La Plata la semana pasada (que fue un concierto aún mejor que este) y en los últimos shows en general, la lista de temas apuntó a la colisión frontal con un repertorio más muscular que se nutrió de temas gloriosamente rockeros y urgentes como “La gota”, “Y la calma”, “Tapas de discos y posters de la Pelo”, “Ultimo acto” y demás, prácticamente anulando respiro alguno y maximizando la efervescencia poguera del público. Ciertamente, una de las postales más especiales de la noche se dio en la cumbre ex – mod, fruto del encuentro de Minimal con Sergio Rotman para dar rutilantes versiones de “El desengaño” y el clásico de Cienfuegos, “La eternidad”, junto a Mimi Maura. Para piantar un lagrimón.

¿Qué decir de una banda que show a show demuestra ser la experiencia musical más trascendente del rock hoy (y desde hace quince años ya)? ¿Qué agregar a una carrera intachable de autogestión, libertad, talento y coherencia? Mientras busco palabras para expresar lo inexpresable, resuena en mi cabeza:

“Dame una oportunidad y te voy a demostrar
No en vano estoy parado acá yo hoy
Me empuja la pasión, no lo puedo ocultar
Mi mente obedece a mi corazón
Tratando hoy de ser yo
Si alguien me quiere callar, que me venga a buscar
Y me dé al menos una razón
Por la cual yo debería parecerme a los demás
Y cantar canciones sin corazón
Tratando hoy de ser yo”
(Tratando)



...



Esta es la lista "oficial", aunque en rigor de verdad, desordenaron todo y agregaron varios temas. Fue algo así:

1. Porvenir0 2. Roma 3. Rompo tu piel de asno 4. Creo que amamos el dolor 5. La gota 6. Quiebran 7. Eyéctenlo 8. Y la calma 9. Gala 10. El hombre al que nada perturba 11. Desde el viento en la montaña hasta la espuma del mar 12. Conciencia 13. Saben 14. Alada 15. Despierto a un tiempo de luz 16. Acelera sus latidos corriendo a ningun lado como un toro asustado 17. Desconectado 18. Sueño 19. Tapas de discos y posters de la pelo 20. El desengaño (con Sergio Rotman) 21. La eternidad (con Rotman y Mimi Maura) 22. Volveran 23. Spuistraat 249 24. Último acto 25. El cantor 26. Rompe el alba 27. Lo que se ve no es lo real 28. Maldición 29. Fuerza 30. Introducción declaración adivinanza 31. El porro es del metal


...


A continuación les iba a dejar unos videos que grabé desde la primera fila, pero la tecnología me jugó una pésima pasada. Hace un rato me dí cuenta que palmó la memory card con toda la data que tenía; o sea que la filmación entera del show se fue al carajo. No sé si matarme o pegarle un tiro a la cámara.

Por lo pronto adjunto unas excelentes fotos de María Baümler.






































...
.

Pez en La Plata

2 comentarios
Acá la lista de temas, unas fotos y videos del TRE-MEN-DO show de ayer, de parte de su amigo blogger, para el deleite. Pueden hacer click sobre las imágenes para ampliarlas. No se afanen nada sin la acreditación correspondiente.



...











...

Un par de videos para disfrutar: Una tremenda versión de Despierto a un tiempo de luz y un hermoso descontrol de la mano de El cantor, con cantante y agitador invitado.

...

TNT

0 comentarios
Para muchos, la esencia de la música de Buenos Aires habita, cual fantasma, los escabrosos pasillos de TNT. Ya sea folklore, tango o rock, este estudio dio un sello característico, no solo al sonido, sino al sentimiento de las melodías que allí quedaron plasmadas.


Hoy, tras un remate a espaldas las bandas que aún ensayan y graban allí, el estudio cuenta los minutos y espera el álgido momento en el que dejará de ser uno de los máximos bastiones de nuestra cultura para convertirse en grises oficinas o Dios sabe qué. Si bien merece ser canonizado como “patrimonio cultural de la Ciudad”, lo único que resuena en sus paredes es la incertidumbre.

PEZ en Niceto

1 comentarios
Por ahora, la lista...




Perlas antes del desayuno

2 comentarios
Un hombre se sentó en una estación del metro en Washington y comenzó a tocar el violín, en una fría mañana de enero. Por los siguientes 45 minutos, interpretó seis obras de Bach. Durante el mismo tiempo, se calcula que pasaron por esa estación algo más de mil personas, casi todas camino a sus trabajos.

Transcurrieron tres minutos hasta que alguien se detuvo ante el músico. Un hombre de mediana edad alteró por un segundo su paso y advirtió que había una persona tocando música. Un minuto más tarde, el violinista recibió su primera donación: una mujer arrojó un dólar en la lata y continuó su marcha. Algunos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino.

Quien más atención prestó fue un niño de 3 años. Su madre tiraba del brazo, apurada, pero el niño se plantó ante el músico. Cuando su madre logró arrancarlo del lugar, el nene continuó volteando su cabeza para mirar al artista. Esto se repitió con otros chicos. Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir la marcha.

En los tres cuartos de hora que el músico tocó, sólo siete personas se detuvieron y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino. El violinista recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar y se hizo silencio, nadie pareció advertirlo. No hubo aplausos, ni reconocimientos.

Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna vez, en un violín tasado en 3.5 millones de dólares. Dos días antes de su actuación en el metro, Bell colmó un teatro en Boston, con localidades que promediaban los 100 dólares.

Esta es una historia real. La actuación de Joshua Bell de incógnito en el metro fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de las personas. La consigna era: en un ambiente banal y a una hora inconveniente, ¿percibimos la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?

Una de las conclusiones de esta experiencia, podría ser la siguiente: Si no tenemos un instante para detenernos a escuchar a uno de los mejores músicos interpretar la mejor música escrita, ¿qué otras cosas nos estaremos perdiendo?


Un viaje de ida

4 comentarios
El 3 de febrero marca en los calendarios el nuevo aniversario de una tragedia ocurrida en 1959, de suma significancia para el curso de la historia de la música popular. Tras un show en el Surf Ballroom de Clear Lake, Iowa, los íconos rockeros Buddy Holly, Ritchie Valens y J. P. "The Big Bopper" Richardson tomaron un avión que los llevaría a la próxima parada del tour. Era pleno invierno. El frío, el viento y la mala fortuna se encargaron que aquella pequeña avioneta, una Beechcraft Bonanza, nunca llegara a destino. La nave voló apenas unos minutos antes de caer cerca de Mason City, Iowa, sellando el destino de estos músicos, el piloto, y toda una generación que quedó en vilo. A partir de allí, la leyenda.

Vale recordar que buena parte del status mítico y el folklore que rodea al hecho reside en la obra de Don McLean, quien, en 1971, tomó aquella efeméride, la combinó con su honesta memoria emocional y compuso así la canción "American Pie", como homenaje a aquel triunvirato de músicos y a la nostalgia de esos años de juventud.

Con las décadas, “El día que la música murió”, como fue bautizada la fecha, suele ser rememorado con el interés de un historiador en vez de la pasión de un músico. Así, es considerada más una postal de antaño, un episodio casi enciclopédico del rock, que un punto de inflexión o “el principio del final” de una era, si se quiere.

Para comprender un poco la naturaleza (tal vez exagerada) de aquel rótulo funerario, vale recordar el estado de la música joven en aquel entonces, donde el rock de los 50s estaba viviendo una situación punta. La presencia de los referentes blancos iba mermando: Elvis cumplía servicio con el ejército mientras Jerry Lee Lewis resistía las embestidas legales y el revés de la opinión pública a raíz del matrimonio con su prima menor de edad. En cuanto a los músicos de color, a Little Richard le había saltado la térmica y se embarcó en un viaje mesiánico que lo acercó al gospel y a los viejos spirituals, alejándolo completamente del rock. Chuck Berry, por su parte, era una figurita de alta rotación en la cárcel por sus relaciones escandalosas con prostitutas y chicas menores de edad.

Teniendo en cuenta este marco de referencia, no cuesta entender por qué la muerte trágica y repentina de estas tres figuras derrumbó buena parte de la esperanza que los jóvenes de aquél entonces habían puesto en el rock. Si bien aquella tragedia no significó para nosotros “la muerte de la música”, la historia, de alguna u otra manera, ha logrado que melómanos de distintas generaciones e inclinaciones musicales, puedan empatizar con este hecho a partir de situaciones análogas.

Los ejemplos sobran, tanto de la fatalidad del destino ingobernable e impredecible como de aquellas vidas que están ceñados por la máxima de “vivir rápido y dejar un cadáver bonito”. Grandes músicos han muerto a raíz de accidentes similares y es la idea de este post, con un poquito de morbo y otro tanto de respeto, recordarlos.



Esas motos que van a mil

¿Qué tan presente están figuras como la del Marlon Brando de The wild one, en el inconsciente de los rockeros? Es posible que aquellos personajes icónicos trazaran un periplo utópico con aterrizaje forzoso garantizado. Puede ser... Aunque tampoco descarto los excesos y la clásica estupidez humana como disparadores.

“En la moto, vos sos la carrocería”, reza el dicho popular. Nadie como los Allman Brothers para testificar sobre la vida y la muerte en dos ruedas. Duane Allman, eximio guitarrista, fundador, conductor y alma máter de la banda no vivió para ver terminado el mejor disco de estudio de la banda: Eat a peach. El 29 de octubre de 1971, aprovechando una pausa en el cronograma de grabación, Allman salió a andar con su Harley por Macon, Georgia. Tras una mala maniobra para esquivar un camión en la ruta, volcó. Múltiples fracturas y el colapso de varios órganos internos causan su muerte casi inmediata. En menos de un mes cumpliría 25 años.

Como si esto fuera poco para los Allman Brothers, el bajista Berry Oakley III, sufre el mismo accidente fatal, una semana después del primer aniversario de la muerte de Duane. Lo que es peor: el segundo choque ocurrió apenas a tres cuadras del primero.


Berry Oakley y Duane Allman


Berry Oakley y Duane Allman

En el ámbito local es menester recordar al genial Norberto Napolitano y su alter ego, Pappo, que dejaron su vida en la ruta 5 en la madrugada del 25 de febrero del 2005. Aparentemente no viajaba en un estado de impecable lucidez. Su Harley accidentalmente tocó la moto de su hijo Luciano, perdió el control y cayó al pavimento, falleciendo en el acto.



Amanece en la ruta

Es curioso notar que ninguno de los siguientes rockeros estaba al volante cuando sucedió el accidente…

Por un lado Marc Bolan, dios dorado del rock (y el buen glam) quien, el 16 de septiembre de 1977, apenas dos semanas antes de su trigésimo cumpleaños, viajaba como acompañante en un Mini conducido por Gloria Jones, madre de su hijo Rolan Bolan. Tras perder el control en una ruta al sudoeste de Londres, el auto chocó frontalmente contra un árbol, causando la muerte del rockero y severas lesiones en la conductora. Ninguno de los dos llevaba el cinturón de seguridad puesto. Con el tiempo, el lugar del accidente se convirtió en una especie de santuario para todos sus devotos.



Busto de Marc Bolan frente al árbol

El otro caso que destaco es el de Cliff Burton, un extraordinario bajista que formó parte de la primera (y más emocionante) etapa de Metallica. Después de Kill ‘em all (’83) y Ride the lightning (’84), el éxito masivo y la completa adoración de las críticas llegó de la mano de su tercer disco, Master of puppets (’86). Durante la porción escandinava de su gira de presentación, la Damage Inc. Tour, la banda viajaba en micro por Suecia. Al parecer las cuchetas eran bastante incómodas, por lo que el guitarrista Kirk Hammett y Burton sacaron cartas a ver quién se quedaba con la mejor cama. En la noche del 27 de septiembre de 1986, el bajista ganó con un as de espadas. Esa misma madrugada, mientras los músicos dormían, el colectivo perdió el control, salió de la ruta y volcó en un pastizal, en plena zona rural al sur de Suecia. Cliff Burton había salido despedido por una de las ventanas del micro, que luego cayó sobre su cuerpo, matándolo en el acto.

Mas tarde el conductor declaró que el accidente había sido a causa de un gran bache de hielo en la ruta. La policía nunca encontró rastros de aquella helada en el camino. James Hetfield, cantante y guitarrista de la banda, sostuvo que había olido el aliento a alcohol del conductor en ese momento, por lo que adjudicó el accidente a un estado de ebriedad. Detectives de la zona alegaron que las marcas de los neumáticos del colectivo en el pavimento tenían el mismo patrón que aquellos accidentes causados por conductores que se quedan dormidos al volante. El chofer alegó que había descansado tal como la ley lo demanda, lo cual fue confirmado por otro de los choferes de la gira. Finalmente el caso fue desestimado y no se levantó ningún cargo en su contra.



No voy en tren...

No hay duda alguna que el aporte de Stevie Ray Vaughan al mundo del blues fue clave. Si bien es un género que trasciende tiempo y espacio, los 80s fueron una época dura para sus amantes. Con un talento rutilante, este hijo bastardo de Jimi Hendrix y Albert King le dio una vitalidad popular al blues, con sonidos pulidos, un talento innegable y una frescura que combinaba la técnica del pasado con las ventajas sonoras de hoy. Por supuesto que siempre abrazó sus influencias, como hizo Clapton 20 años atrás, funcionando así como un puente, un canal conductor para las nuevas generaciones hacia la rica historia de aquella música y sus héroes.

Los shows junto a Eric Clapton y Robert Cray del 25 y 26 de agosto de 1990 en el Alpine Valley Music Theatre marcaron el cierre del tramo veraniego de presentación del disco In step (’89). Después del show Vaughan planeaba volver a Chicago en auto junto a su hermano Jimmy, pero para evitar el tráfico consiguió lugar en uno de los helicópteros que había alquilado Clapton para su equipo. Aparentemente el piloto, un tal Jeffrey Brown, no estaba acostumbrado a volar en esa zona de montaña y niebla. El helicóptero despegó pero nunca logró la altura suficiente como para pasar las montañas. Apenas unos minutos después de partir colisionaron contra la ladera. Vaughan sufrió una severa herida en la aorta y murió desangrado. Los otros pilotos no vieron el accidente a causa de la niebla, por lo que recién se dieron cuenta que algo andaba mal horas más tarde cuando aquel helicóptero no llegó a Chicago. A las 7 de la mañana Clapton y Jimmy Vaughan fueron citados para identificar el cadáver.


Stevie Ray Vaughan

El caso de Otis Redding y su banda The Bar-Kays guarda una gran similitud con aquel accidente de Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper. El cantante estaba en la cima de su popularidad. Había deslumbrado a todos en el Monterrey Pop Festival, coronándose como el rey del soul y el R&B. Tras una presentación televisiva en Cleveland, Ohio, el cantante, su banda y su manager tomaron una avioneta Beechcraft 18. Se desconoce con precisión cuál fue la causa, pero en aquel 10 de diciembre de 1967 la nave cayó al gélido lago Monona en Madison, Wisconsin. El cuerpo de Redding fue recuperado al día siguiente cuando dragaron el lago. Su gran legado póstumo fue la conmovedora e intimista “Sittin’ on the dock of the bay”, grabada apenas unos días antes de su muerte. Incluso, aquel fantástico silbido que corona la melodía en realidad iba a ser reemplazado por parte de la letra que aún no había escrito. La canción fue editada en enero del 68 y se convirtió en único simple de su carrera en llegar al nº1 en la lista Billboard.

Tal vez el accidente aéreo más emblemático del rock es aquel que se llevó la vida de los miembros de Lynyrd Skynyrd, embajadores indiscutidos del rock sureño de los 70s. El 20 de octubre de 1977, apenas tres días después de editar su disco Street survivors, alquilaron una avioneta Convair 270 para ir de Greenville, Carolina del sur, a Baton Rouge, Louisiana. En pleno vuelo, uno de los motores de la nave comienza a fallar, por lo que se ven forzados a realizar un aterrizaje de emergencia. Si bien los pilotos intentaron descender en el aeropuerto de Pike County, Mississippi, terminaron estrellándose en un bosque al noroeste de Gillsburg, Mississippi. A raíz de esto, el cantante y líder Ronnie Van Zant, el guitarrista Steve Gaines, su hermana corista Cassie Gaines, el road manager y el piloto y copiloto, murieron.

El resto sobrevivió, pero no había mucho que festejar. El guitarrista Allen Collins se quebró dos vértebras de su cuello y al bajista Leon Wilkeson casi tienen que amputarle los brazos por las serias lesiones que mantenía, como un pulmón perforado y la pérdida total de sus dientes. El otro guitarrista (si, tenían tres violas), Gary Rossington, se quebró los dos brazos, su pierna derecha y la pélvis. La corista Leslie Hawkins se quebró el cuello en tres partes y el tecladista Billy Powell perdió su nariz casi por completo a causa de laceraciones severas. Ciertamente fue el final de una era para la agrupación, que a partir de ese entonces tomaría el turbio camino de convertirse en una banda tributo de sí mismos.



Lynyrd Skynyrd - Street Survivors

Es sumamente curioso ver la tapa de aquel último disco de la banda: Street survivors. En ella, los músicos aparecía rodeados por fuego y destrozos, como una especie de ironía mórbida del destino. Luego del accidente la discográfica optó por una imagen más discreta, como la de los miembros de la banda sobre un fondo negro. Hoy en día, con el paso del tiempo y las reediciones en CD, no sólo podemos disfrutar de la música sino de aquella postal que rotuló la última obra (sin contar las reediciones ladris y demás) de una banda fundamental del rock estadounidense.

JamBands: La melodía eterna

7 comentarios
Ah las zapadas... Definitivamente, uno de los momentos más emocionantes en la música se da cuando la capacidad y la emoción del momento se conjugan, resultando en una melodía que parece levitar, romper las fronteras de "la canción" y explotar todo su potencial sonoro y emocional. Cada pasaje es único de ese momento y lugar porque responde a emociones, sensaciones e ideas que nacen como un destello y vuelan como una estrella fugaz.

Con grandes cuotas de talento, creatividad y audacia, algunas bandas han logrado trascender en el tiempo, haciendo de la improvisación un estandarte, del cambio la única constante, manteniendo a la canción y al oyente en un viaje constante. A esas bandas les dedico este post.

Los audios corresponden a una columna musical dedicada al movimiento de las JamBands, que hice el 14.01.2009 en el programa "Otra vuelta de tuerca más", de Radio Palermo. Espero que la disfruten.


PARTE 1




PARTE 2


Márgenes

0 comentarios
¿Sos lo que haces? ¿Lo que hacés es lo que sos? La obligación siempre es la misma: te empujan a pensar que el trabajo lo es todo. Que si no es trabajo, tu vida es nada. Lo peor es que lo crees, que te movés como si tal idiotez fuera cierta y vos, en lugar de ser un ser humano, fueras un robot, una maquinita tayloriana en una fábrica de chorizos de tinta. Vivir en el trabajo, comer en el trabajo, respirar en el trabajo, dormir... en el trabajo. Tu vida, así planteada, termina siendo lo que está en los bordes: aquella parte de la hoja de carpeta donde terminan sepultadas las anotaciones más importantes, aquellas a las que acudís un minuto antes de dar el final.


*Este texto pertenece a Hijo del hijo, un blog genial.

Medicina espiritual

0 comentarios


"La risa es el lenguaje del alma"
Pablo Neruda


¿Cómo saber dónde está la risa, agazapada y expectante, esperando la cosquilla más sutil para saltar al vacío?

¿Cómo lograr que un mínimo gesto impacte hasta la última butaca?

¿Cómo cristalizar en la voz y sus matices la máxima herramienta?

¿Cómo darse cuenta que la verdadera comedia reside también en los detalles, en las tonterías, en ese segundo de pausa que hace el comediante para no tentarse y desbaratar toda la rutina, sosteniendo el climax y generando, aunque quiera o no, cómplices en el arte de mitigar la carcajada?

Richard Pryor fluía como el mejor jazz. Su comedia podía ser impresionista, física, mímica, sociológica, callejera, poética y guarra, pero siempre honesta. Las rutinas eran como sesiones de terapia grupal donde revestía miserias con el barniz tornasolado de la risa. Lo que opaca la vida, brilla en el escenario.

¿Cómo cruzar ese puente?

No sé.

La buena comedia es arte. La risa es música. De eso estoy seguro.


Un animal de sangre y de sal

1 comentarios

Pez
cumplió 15 años y lo festejó en La Trastienda. Pronto, algo en frío. Por ahora, la emoción cruda.




Sonido incandescente. Canciones estoicas, heroicas, utópicas que golpean en el pecho, penetran la corteza y reverberan en el cráneo. Vértigo. Fuerza. No hay forma de amortiguar la explosión. Tampoco ganas. He ahí la poesía. Contagio inminente e inmediato. Acordes que erizan hasta al más anónimo rincón de la nuca. El ritmo y la fuerza apelan al inconsciente, a lo primal, a la tierra... la poesía a lo conciente, a lo eterno, a lo etéreo... Luego, una tremenda carga de adrenalina se convierte en nuestra orgullosa coraza y motor a la hora de salir del capullo embrionario y volver a hacerle frente a la ciudad y a la vida, que marca el pulso con momentos así. Frágilinvencible.


...