Estados alterados

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Desde su formación en 2005, Sutottos se ha convertido en una de las propuestas teatrales más interesantes en la comedia porteña. Tras el gran éxito de “Sujeto tácito”, el dúo compuesto por Andrés Caminos y Gadiel Sztrikahora presentan “Colapso”, su nueva obra que conjuga un humor tan estridente como pensante. Allí buscan retratar la irritación, impaciencia y tedio cotidiano que azota al sistema nervioso del hombre común justo antes de que explote.



TEXTO MARTIN SANTORO

¿Cómo definirían a Sutottos en el contexto del teatro actual?
Es un equipo que hace teatro, un espiral que asume espacios creativos. Por suerte, como en todo aquello que refiere a una obra, solo se puede saber lo que Sutottos es asistiendo a lo que Sutottos hace. Y lo que Sutottos hace esta en los ensayos y en los espectáculos que el grupo ha creado. Es también un pequeño aporte al teatro popular, que pretende no dejarse vencer ante las enormes competencias del cine y la televisión, y que busca compartir un acontecimiento apoyado en el juego y en un delirio siempre latente.

¿La naturaleza ecléctica del “humor Sutotto” resulta de la fusión del estilo personal de cada uno o, por el contrario, los dos están en la misma sintonía y se potencian?
No se si se puede hablar de un estilo de humor Sutotto, pero las obras que presentamos son producto de la fusión de nuestras propias poéticas. Creemos que a la hora de crear un espectáculo, no pensamos en definir un estilo sino mas bien en dejar que el ensayo nos guié. Trabajamos juntos hace más de seis años y algunas cosas no sabemos a quién pertenecen. La clásica pregunta “¿a quién se le ocurrió lo de…?” no suele encontrar respuesta.

¿Cuáles son las principales diferencias (en cuanto a la intención) que encuentran entre “Colapso” y “Sujeto tácito”? ¿Sienten que, en alguna medida, es como una continuación o más bien algo completamente distinto?
“Colapso” es un espectáculo con un contenido más ácido que “Sujeto Tácito”, pero ambos van en la línea de un grupo que encara determinada búsqueda y, en este caso, coinciden en hacer una crítica a la sociedad y sus manías. “Sujeto Tácito” es mucho mas amable que “Colapso”, el cual hace una critica profunda y moviliza a los espectadores desde un humor un tanto incomodo. Ambos son parte de un recorrido de grupo y el punto en común es la búsqueda de un lenguaje propio y singular

La obra busca reflexión sobre el estado violento de la sociedad actual y cómo esta nos lleva a un derrumbe emocional. Imagino que ustedes habrán tenido colapsos personales que inspiraron la obra. ¿Por qué decidieron hacer de esto un espectáculo de humor y a qué atribuyen que funcione tan bien?
No creemos que uno sepa con claridad cuán colapsado está, pero es algo que está vivo y viaja en los colectivos, en subtes, está en el tránsito, en la cola del banco, al chocar con otra persona por la vereda… Es también el odio contenido de las frustraciones, la incapacidad de exteriorizar los conflictos; es una violencia del tipo urbano. No es que no existan colapsos en los pueblos, pero no son los mismos que en la ciudad. Por eso creemos que es un espectáculo de las grandes urbes.

De todas formas, también hay que pensarlo en un sentido positivo: la posibilidad de advertirlo y ver qué hacer con todo eso. Claramente, nosotros no somos quienes otorgan respuestas a la sociedad para que deje de colapsarse, pero intentamos una reflexión en ese sentido. Ponemos sen escena pedazos de existencia y al espectador se le producen identificaciones, pero sobre el escenario se ven singularidades.

Es una gran alegría para nosotros que el público disfrute de “Colapso”. Nunca nos interesó hacer teatro para gente que “hace teatro”. En este sentido, defendemos lo popular, el boca a boca hace que la sala se llene cada sábado. Esa es la mejor prensa.

A la hora de escribir el guión, ¿qué predomina: la búsqueda de humor o de reflexión?
El guión es el resultado de infinitos ensayos que desgrabamos y bajamos al papel. El trabajo que hacemos es ordenar, limpiar, editar eso. En algunos casos modificamos algún detalle que puede producir humor, pero en general la gracia está en cómo se cuenta. En “Colapso” se ironiza sobre varios aspectos de la sociedad pero, al mismo tiempo que se genera humor, se está produciendo la crítica, porque el espectador se ríe de sus propias miserias, como también nosotros actuamos las nuestras.

¿Cómo componen a los personajes? Es llamativo que se hayan convertido en oficinistas, niños y ángeles para transmitir su mensaje.
Los ensayos nos fueron convirtiendo en oficinistas, niños y ángeles, pero pudimos ser jugadores de fútbol, hormigas y pastores. A priori, sería difícil decir que, para hablar del colapso, son indicados un par de ángeles sobre una escalera. Los ángeles aparecieron en un ensayo, aunque más como una especie de pintores. Quizás de allí surgió la escalera, quizás de allí las alas… Seria muy difícil encontrar un solo lugar desde el que aparecen las cosas.

Ciertamente dos tipos de espectador: el que lo ve como ajeno y se ríe, y el que ríe incómodo al verse reflejado. ¿Qué clase de reacción buscan en el público?
En “Colapso”, es difícil pensarse ajeno a lo que se cuenta, el espectáculo no discrimina edades, clases sociales o ideologías. La respuesta del público es siempre inesperada ya que nunca reaccionan como uno cree y no todos reaccionan igual. Intentar complacer a todos o preocuparse demasiado por lo que el público puede pensar es una tarea sin sentido, perjudicial para la salud y que puede llevar a la psicosis (risas). Es mucho mas sano juntarse a ensayar en una pequeña habitación durante ocho meses y, como diría Peter Brook, dejar que la pelotita rebote.

¿Cuánto representa un ensayo meticuloso y cuánto dejan libre a la improvisación?
Nada esta librado a la improvisación y, sin embargo, cualquier momento es potencialmente “improvisable”. Lo importante es la conexión, la comunicación que existe entre nosotros cuando estamos actuando. Cada detalle y movimiento, por mínimo que parezca, esta ensayado. Somos muy meticulosos y obsesivos de cada texto, mirada o gesto. En la tranquilidad que produce una “partitura” absolutamente estudiada, de abajo a arriba, de izquierda a derecha, surge la libertad para jugar.

¿Qué les gustaría que se lleve la gente cuando sale del espectáculo?
Una bolsita con caramelos, pero no nos da el presupuesto (risas).

¿Qué es el éxito para los Sutottos?
El éxito es un cuaderno con tapas duras y forrado. Contiene 48 hojas de 100g extra resistentes. Existen otras marcas como Rivadavia, por ejemplo (risas).

¿Cuáles son sus próximos planes?
Por ahora seguir con las funciones de “Colapso” y empezar a ensayar el quinto espectáculo. El año que viene queremos reponer “Sujeto Tácito”, “Colapso” y muchísimo más. No sabemos bien qué es, pero hay mucho más por venir.




*Esta nota salió publicada en el sitio de la Revista G7, www.RevistaG7.com