El grito primal

Social Distortion es uno de los pilares indiscutidos del punk estadounidense. Lejos de convertirse en material de enciclopedias después de casi treinta años de carrera, los californianos no pierden el espíritu ni la intensidad, sino que van refinando y fortificando su estilo, abriendo el juego con un mayor abanico de influencias. Este fin de semana se van a presentar en El Teatro de Flores, haciendo su debut en Argentina. Ahí el público local finalmente podrá dar vida a los posters en tres veladas a puro frenesí y adrenalina. Hablamos con su líder, Mike Ness y el guitarrista Jonny Wickersham para saber cómo conjugan ese eterno espíritu adolescente con la sabiduría que dan los años.

TEXTO MARTÍN SANTORO
FOTOS JULIAN BOURGEOIS





¿Qué fue lo que más les atrajo de la idea de venir a tocar a Sudamérica?
Jonny Wickersham: Conocer las ciudades es algo que nos interesa muchísimo. Con Mike estábamos viendo de ir también a las afueras, a la parte del campo y ver lo más rural. Espero que podamos. Por supuesto que también haremos las típicas cosas de turistas (risas). Además, siempre escuchamos que los chicos en los shows son muy entusiastas, lo cual le da una gran energía al show.

Ya pasaron 6 años de su último disco, “Sex, Love and Rock ‘n’ Roll”. ¿Por qué tardaron tanto en volver al estudio?
Mike Ness: Estuvimos mucho de gira. Somos una banda que vive en la ruta. Realmente no quería que pasaran seis años pero simplemente sucedió (risas). Me dije que no iba a permitir que pasaran ocho, como la última vez. El problema es que para hacer un disco tenés que frenar y dedicarte a escribir, lo que te representa una pausa de un año aproximadamente.
Jonny Wickersham: Nunca sentimos el apuro o la obligación de tener que sacar un disco. No le veo el sentido a sacar material nuevo todo el tiempo. Preferimos asegurarnos de hacer algo que sea realmente especial y si sentimos que no estamos listos para eso, no lo forzamos.

¿Ustedes se ven más como una banda en vivo que una de estudio?
Mike Ness: Si. Creo que hacemos grandes discos, pero en los shows realmente nos lucimos y sale lo mejor de nosotros.
Jonny Wickersham: De todos modos, siento que en los discos hemos ido progresando constantemente, siempre tratando de superarnos y lograr ese sonido de la banda, pero mejor o más pulido.

Dedicaron todo enero y febrero para trabajar en este nuevo material. ¿Ya está terminado o se tomaron un recreo para venir a Sudamérica?
Mike Ness: Lo dejamos en pausa y salimos a tocar. Ayuda a airearse un poco y distender la mente de todo ese proceso.

¿Cómo es su proceso compositivo?
Jonny Wickersham: Los dos arrancamos con acordes y melodías. A partir de ahí, tratamos de darle forma y, si tenemos suerte, en el camino se nos ocurre una letra. Nunca pude escribir una canción entera de una, ni creo que lo logre alguna vez. Soy de ir por partes. Creo que no tengo mucho control sobre la creatividad y todo el proceso, por más que me gustaría pensar que sí. Viene cuando quiere y no podés forzarlo realmente. A veces arranco con una idea y de repente me surge algo de la nada que me lleva para el otro lado completamente. Hay que dejarse llevar.

En sus últimos trabajos afloraron muchas influencias del country, el blues y el rock&roll. ¿Qué se puede esperar de este nuevo disco? ¿Van a seguir en esa dirección?
Jonny Wickersham: Definitivamente va a tener ese espíritu de raíces, combinando un poco de country, blues y demás, porque es la música que amamos y que nos ancla culturalmente. Por supuesto que la mayor influencia sigue siendo el rock y el punk de los 70s. Con Mike veníamos charlando que este nuevo disco va a ser así, pero expandiéndonos aun más hacia esos estilos.
Mike Ness: Es lo mismo, pero distinto.

¿Cuando están componiendo nuevo material, les gusta probar esas canciones en vivo para ver el feedback inmediato que les da la gente?
Jonny Wickersham: Social Distortion siempre fue una banda que tocó temas en vivo antes de grabarlos para un disco. Eso lo veo desde la primera época, cuando yo todavía no estaba en la banda y me parece algo genial.

¿Sienten una obligación por mantener “el sonido Social Distortion”?
Mike Ness: No. Creo que uno tiene que crecer. Incluso los fans aprecian más el hecho de que nunca tuvimos miedo de evolucionar. Arrancamos como chicos en un garage, tratando de aprender a tocar nuestros instrumentos, pero siempre nos consideramos más que una simple banda punk. Uno le quiere mostrar a la gente que podés hacer más cosas, revelar distintas facetas, pero también tenés que mantener eso que te caracteriza, esa marca registrada… pero no es difícil, está en nuestra sangre.
Jonny Wickersham: Es importante mantener nuestro sonido característico. Siempre partimos de ahí y después vemos qué podemos hacer para crecer y evolucionar. Así se mantiene interesante para nosotros y para la gente también.

En ese sentido, la banda es muy exitosa ya que su público no está compuesto mayoritariamente por fundamentalistas del punk sino que también generan un gran interés en quienes escuchan rock & roll, rockabilly, country…
Mike Ness: Exactamente. Hay muchos fans de Social Distortion ahí afuera que todavía no saben que lo son. Eso es lo que siempre quisimos lograr: queríamos llegar a todos, no sólo a los amantes del punk, porque en el fondo eso solo es el exterior, la apariencia, pero toda la actitud y rebeldía está adentro. Eso es lo importante.

¿Qué rol cumplen tus discos y giras solistas en este contexto?
Mike Ness: Da una salida que me permite ser un poco más extremo… lo que no puedo hacer con Social Distortion definitivamente puedo hacerlo ahí. Si quiero, me puedo poner un sombrero de cowboy, traer a alguien que toque el pedal-steel y un violinista, por ejemplo. Con esta banda hay que mantenerlo un poco más “duro”.

¿Dónde trazás la frontera entonces? Por ejemplo, si venís de hacer una gira solista y te encantó cómo sonaste, las canciones que hicieron y el espíritu general, cuando tenés que volver a ponerte el traje de Social Distortion, ¿te molesta tener que resignar lo otro?
Mike Ness: Hay una línea invisible con la que voy coqueteando constantemente. Tomo cosas de los dos lados y trato de ver a dónde me lleva eso.
Jonny Wickersham: A veces incluso pasa que Mike trae una canción y no está seguro si es mejor para Social Distortion o para un disco solista.

¿Les sigue sorprendiendo que puedan ir a lugares como Argentina o Brasil y tengan un público que los está esperando y sabe cada disco y canción que sacaron?
Mike Ness: Es raro, pero definitivamente halagador. Es lo que uno quiere lograr, y cuando finalmente bajás acá y ves con tus propios ojos, confirmás lo importante que es venir y volver.

¿Cuando preparan un show y arman la lista de temas, tienen en cuenta si es para un público que no los vio nunca como nosotros, en contraposición con el de Los Angeles, por ejemplo?
Mike Ness: Definitivamente armamos una lista diferente que si estuviésemos tocando en Orange County, porque ahí ya nos vieron miles de veces y quieren escuchar algo distinto. En cambio, cuando vas a un lugar por primera vez, tenés que tratar de elegir lo que creés que la gente quiere escuchar, lo más representativo, como una especie de grandes éxitos.

Debe ser bastante difícil con tantos discos de donde elegir…
Mike Ness: ¡Definitivamente! Creo que es lo más difícil, porque hagas lo que hagas, siempre va a venir alguien después del show a preguntarnos por qué no tocamos tal o cual tema. Es imposible dejar a todos contentos.

La banda tiene una amplia carrera y ya todos están en sus cuarentas. Hoy en día, ¿qué los sigue motivando para continuar con esto? ¿Cuál es el motor que empuja?
Jonny Wickersham: El amor incondicional por la música. Está en el centro mi alma. Es mi vida, en todo sentido. Nunca me pregunté si era lo que quería hacer o si podría seguir con esto. Es lo que hago… tal vez es lo único que sé hacer bien.
Mike Ness: Es la pasión, definitivamente. No hay nada que disfrute más que estar arriba de un escenario enfrente de la gente. Eso no se va nunca. Si sos un verdadero performer, vivís para eso. Hay una diferencia entre eso y un tipo que simplemente está en una banda, que se mete para ver qué puede sacar de eso y sabe que es temporario. Un verdadero performer tiene una entrega completa que no se va nunca.

Además, arriba del escenario se nota cuando un músico está tomándolo más como un trabajo que como una pasión.
Mike Ness: Totalmente. Nosotros podemos tener noches más flojas, pero siempre damos todo y amamos lo que hacemos. Ahora estamos muy emocionados por el disco nuevo, nos divertimos muchísimo y realmente no hay motivos para parar.

¿Pueden reconocerse como uno de los pilares o íconos del punk o se ven como una banda más?
Jonny Wickersham: Habiéndolo vivido de afuera de la banda y, después, como parte de ella, siento que Social Distortion tiene algo seminal en el movimiento punk de California. Es eso mismo lo que ha permitido que la banda viva tanto y siga creciendo. Fue un verdadero impacto en la música y se sigue viendo hasta hoy.

Con esa misma perspectiva, ¿se puede seguir hablando del punk como una ideología y un movimiento o se ha visto reducido a un simple género musical, a una etiqueta?
Jonny Wickersham: Es interesante porque mi perspectiva ha cambiado por muchas razones. Al estar ahí desde el principio, vi el crecimiento y desarrollo del estilo y la popularidad del género. No sé lo que es ser un chico de 14 años hoy, que recién está descubriendo el punk. Yo te puedo contar como lo veo hoy, con 42 años, habiendo visto y vivido todo ese camino. Podría decir “ya no es lo mismo, cuando nosotros lo hacíamos era nuevo y peligroso, la gente estaba asustada y no sabía qué pensar al respecto… y hoy en día es comercializado y marketineado…”. Todo eso puede ser verdad, pero no cambia el hecho de que para el chico que está iniciándose en esto, esa música es importantísima. Yo tengo que recordar lo que significaba la música para mí a esa edad: lo era todo. Ok, ahora el punk es más un simple género que otra cosa, pero sigue ahí.

¿Se ven haciendo esto para siempre o en algún momento piensan bajar el ritmo?
Mike Ness: Estar de gira nueve meses al año es duro cuando tenés una familia. Además, cuando volvés tenés que ponerte al día con todo lo que no hiciste por ese lapso, desde arreglar el techo de la casa hasta pasar tiempo con tu esposa e hijos.

¿Cuesta quedarse en un lugar fijo después de vivir en un constante circo ambulante?
Mike Ness: Me toma varias semanas para ajustarme, porque en casa soy “papá”, no un rockero ni nada. Nadie me abre la puerta allá (risas). Ahí tengo que llevar a mis hijos al colegio y hacer cosas así que, por supuesto, me encanta hacer.

¿Qué es el éxito para vos?
Mike Ness: Fácil: es poder hacer lo que uno realmente ama y vivir de eso. No soy millonario ni tengo paparazzis esperándome cada vez que salgo del hotel, pero puedo venir a Argentina y tocar tres fechas completamente agotadas y eso es suficiente para mí. Me llena y no necesito más. Siempre es más importante agradecer lo que uno tiene que lamentarse por lo que falta.




*Esta nota salió publicada en el sitio de la revista G7, www.revistaG7.com

-------------------------

Pronto subo fotos que saqué en el show...

0 Response to "El grito primal"