Sube la marea

Los Kahunas es uno de los máximos referentes del surf rock local. Junto a bandas como The Tormentos han sabido revitalizar un género anclado en utópicas playas californianas de los tempranos 60s. A lo largo de su carrera, no solo lograron instalar el género en el público rockero sino lograr una estrecha relación con los máximos exponentes locales del género. Ya tienen dos discos bajo el brazo: “El fantástico sonido Surf & Hot Road de Los Kahunas”(2005) y “Otro reverberante encuentro con Los Kahunas” (2007), y este año van por más. Hablamos con Alexis B., su baterista, para adentrarnos en un verano eterno.

TEXTO MARTIN SANTORO





¿Cómo surgió la idea de hacer una banda surf en un país donde prácticamente no hay ningún referente del género?
El proyecto nació en 2003 cuando nos juntamos con Adrian “El Papu” Castiñeira [guitarrista líder de la banda]. La idea era empezar un proyecto instrumental ya que él está muy ligado al mundo del skate y escuchaba bandas que interpretaban temas instrumentales, desde punk y pop hasta heavy metal. A su vez, yo estaba finalizando otros proyectos y tenía ganas de encarar algo serio. Nos gustaba mucho el estilo de los 60´s en Argentina, con bandas como Los 4 planetas, Horacio Malviccino, Los Iracundos de Uruguay, además de los referentes internacionales. Finalmente, se sumo Antonio Carlos en la guitarra y, luego de algunos cambios de bajista, se incorporó Damian Balde. Así terminamos de darle forma a nuestra propuesta.

Si bien, como marcás, había bandas que habían tocado el estilo, no era algo masivo o popular. ¿Esto les jugó en contra a la hora de presentar su propuesta o sienten que el público fue más bien receptivo?
Creo que nos beneficio. Mas allá de ser un sub genero puntual, es ese mismo paraguas rockero el que da un abanico amplio de gente que puede gustarle esta música.

Uno de los escollos más grandes que tienen que superar las bandas instrumentales es mantener un constante interés en el oyente y generar también ganchos melódicos que ocupan el lugar de las letras. ¿Cómo afrontan este desafío?
Lo bueno del estilo instrumental es que no tiene un discurso desde la palabra pero sí desde la música. En ese sentido, tiene una gran exigencia sobre la ejecución de los instrumentos ya que el protagonismo no está en la voz. Además, es fundamental mantener una dinámica de show a través de una buena puesta en escena, que se logra tanto con la indumentaria como con las coreografías o movimientos particulares.

De alguna manera, su look en escena ayuda a completar la identidad de la banda. ¿Cómo surgió la “estética kahuna”?
Esta inspirada en la indumentaria clásica de la “época clásica” del género, con tuxedos, trajes, camisas a medida, moños y corbatas. Tomamos esto como punto de partida para luego personalizarlo: ya usamos dos juegos de trajes y dos juegos de camisas para que la puesta sea variada. Ahora también trabajamos con Carol Sánchez, una amiga de la casa, que tiene su propia marca de indumentaria: Little Monster. Diseñó nuestra últimas camisas azules con apliques de cebra y esta en pleno proceso de hacer unas nuevas para este año.

¿Cómo es su proceso creativo?
“El Papu” es el principal compositor de la banda. Él trae melodías en solitario y, cuando ya esta firme la idea, se completa con el trabajo de toda la banda, redondeando las ideas hasta llegar al final del proceso de la canción.

¿El sonido de la banda nació de la conjunción de los estilos particulares de cada uno o ya había una idea puntual en mente y se buscó a los músicos idóneos?
Es algo que se va gestando constantemente y, si bien hay ideas de determinados sonidos, no somos de atarnos a cómo se hacían las cosas en 1964, por ejemplo. Nosotros somos una banda actual con una forma de ejecución actual. Si bien las influencias siempre están, nuestra manera de tocar es un reflejo natural de quienes somos. No podría emular el sonido de batería de Dennis Wilson [baterista de los Beach Boys]. Creo que no me saldría, pero tampoco es algo que me detengo a intentar. No me parece que es una forma “personal” de encarar a la música. En ese sentido, somos una banda clásica pero actual.

Grandes bandas como La Renga, Los Fabulosos Cadillacs y Massacre les tienen una gran admiración. ¿Por qué creen que el mundo rockero los quiere tanto? ¿Cómo se generó esa suerte de “crossover” de géneros?
La verdad es que no tenemos más que palabras de agradecimiento para todos ellos. Vamos a tener una eterna deuda imposible de pagar. Gustavo Napoli nos invito a tocar en la cancha de Vélez antes de La Renga, grabó con nosotros y toco muchas veces de invitado en nuestros shows. Flavio Cianciarullo y los Cadillacs nos dieron su constante apoyo desde sus programas de radios, invitando al Papu a los shows en el Luna Park, Pepsi Music, etc. Wallas y los Massacre son un amor: nos invitaron una gran cantidad de veces también a tocar antes que ellos brindándonos su público, su apoyo y su cariño.

También quiero destacar a Marcelo Pocavida, gran prócer del punk, artista y amigo incondicional de Los Kahunas; Expulsados y Cadena Perpetua. Tal vez suene demagógico pero me interesa muchísimo que se generen estas colaboraciones de músicos amigos con nosotros y el género Surf. La música es música y no tiene que ser sectaria.

¿Se ven a ustedes como pioneros o, por lo menos, como punta de lanza para toda una movida que explotó alrededor del género? ¿Creen que va de la mano de un impulso comunal de toda una movida under que empuja cada vez con más fuerza?
No creo que seamos los pioneros. Por ejemplo, nuestros amigos de The Tormentos también representan este género. Ellos trabajan muchísimo y nos une la amistad y un gusto por esta música. Una vez al año hacemos una fecha en conjunto, netamente instrumental, llamada Surf Party. Ya hicimos cinco ediciones por donde pasaron figuras como Danny Amis de los Straitjackets, Gustavo Napoli de La Renga, Wallas de Masacre, Marcelo Pocavida, Expulsados, BBKid y un largo etcétera.

¿A qué atribuyen su gran crecimiento?
Como banda, nos encanta tocar en vivo. Nos formamos en 2003, debutamos en vivo al año siguiente y nunca paramos. Hicimos más de 150 shows, tocando en Capital, Gran Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Neuquén, Comodoro Rivadavia, Trelew, Puerto Madryn, Azul… Creo que tocar tanto, y en escenarios distintos, hace que más gente conozca tu propuesta.

Ciertamente están presentando el género a mucha gente que tal vez nunca escuchó hablar de The Ventures, The Surfaris o Dick Dale. ¿Sienten alguna responsabilidad en ese sentido?
Más que una responsabilidad es muy gratificante poder ser, en alguna medida, comunicadores y difusores de este genero que tanto nos gusta.

¿Ven a su estilo como música de nicho o algo más bien abierto a cualquiera realmente? ¿Cómo definirían a su público?
Creo que es muy variado realmente. Es un género que le puede gustar a mucha gente y no sé si puedo estereotipar solamente un tipo de publico. No me gusta la sectorización ni un elitismo del tipo “yo escucho surf del año ‘81”. Creo que las cosas están para disfrutar, no para colgarse medallas. Esos son pensamientos de antaño y retrógrados

¿Cómo ven la movida acá en contraste con EE.UU. y Europa? ¿Hay un marco para generar un proyecto musical autosustentable o esa fue y será la eterna utopía?
Todavía lo seguimos sustentando (risas). Creo que mientras estén las ganas y la salud, hay Kahunas para rato. Hoy en día veo a los Straitjackets girar por el mundo con 50 años de edad promedio entre sus integrantes y me pregunto “¿por qué no?”.

Saliendo un poco del género, ¿qué discos están escuchando estos días?
Escuchamos de todo. Esta semana estuve con Motorhead, Morrissey, Devo, The Cramps, Chris Isaac, The Mission, Agent Orange, Slayer, Ramones, Depeche Mode, T Rex, Television, Link Wray, Van Halen, Robert Gordon… Como podrás ver, viene variada la cosa.

¿Cuáles son sus planes para este año?
Estamos trabajando en dos discos y, si Dios quiere, vamos a estar haciendo una gira por Europa por primera vez en nuestra carrera, además de tocar todo lo que se pueda en Argentina.

Para conocer más sobre la banda: www.loskahunas.com


*Esta nota salió publicada en el sitio de la revista G7, www.revistaG7.com

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